¡Ya está aquí, ya llegó el verano! Más vale prevenir que curar y por ello, si queremos mantener el estado saludable de nuestra piel, debemos usar protección solar diariamente. No solo durante la época estival debemos tener cuidado: recuerda que, aunque no veas el sol, ¡sigue estando ahí! Protégete todos los meses del año.
Pero durante esta época del año el sol aprieta más que nunca, y debemos ser conscientes de ello y utilizar una buena protección solar. ¿Pero lo sabes todo acerca de los filtros solares, qué son y cómo sacarles su mayor eficiencia?
Un filtro solar es un distintivo de los protectores solares, y normalmente diferenciamos los filtros orgánicos y los inorgánicos. ¡Te contamos lo que necesitas saber!
ORGÁNICOS O QUÍMICOS
Los filtros orgánicos en los protectores solares contienen químicos que, en lugar de reflejar la radiación, la absorben. Es nuestra decisión escoger cuál se aproxima más a las necesidades de nuestra piel.
INORGÁNICOS O FÍSICOS
Este tipo de filtro solar contiene sustancias de tipo mineral que, al depositarse sobre la piel, reflejan la radiación ultravioleta, evitando que las células de la piel se dañen.
Aunque la terminología pueda variar, debemos estar de acuerdo en que, escojamos el protector solar que escojamos, debería cumplir las siguientes características:
- Adecuarse a nuestro fototipo: según factores como nuestro tono de piel, ojos y cabello, deberemos elegir una protección u otra (FPS 15, FPS 30…) ¡No dudes en contactar con profesionales si tienes dudas!
- Rápida absorción: recuerda aplicártelo al menos 20 minutos antes de la exposición solar. Aunque se absorba rápidamente, lo ideal es esperar ese tiempo para que comience a actuar y a proteger tu piel.
- Que no irriten la piel.
- Compatible con nuestro tipo de piel: existen protectores solares según las necesidades de nuestra piel, ¡escoge el que la tuya te pida!